sábado, 3 de enero de 2009

El Perfil Del Misionero

Perfil del Misionero • El misionero es una persona enamorada del Reino, que ve y gusta la acción de Dios en los pueblos y culturas. Tiene una profunda espiritualidad misionera, es el hombre de las bienaventuranzas. • Se siente enviado, como Jesús lo fue del Padre, realizando el proyecto de Dios en medio de los hombres. • Es una persona de buen corazón, portador de consuelo, reflexivo sobre la realidad a la que va encaminado a trabajar, comunitario, fraternal, capaz de dar el testimonio que el mundo espera. • Es capaz de arriesgarse, Va a donde otros no se animan a ir. • Opta con decisión privilegiando los grupos humanos y lugares más difíciles, donde todavía no ha penetrado el mensaje de Cristo, o ha penetrado en forma suficiente. No le asusta partir más allá de las fronteras. • Su conciencia misionera es tan amplia como el mundo, está abierto a otras culturas y a renovarse constantemente frente a la novedad y al cambio que las situaciones y la gente exigen. • Tiene como un sentido y un instinto de "éxodo" y de "itinerancia" al estilo de Abraham y del Pueblo de Dios peregrino. • Está preparado y entrenado por su formación a trabajar en equipo, con sentido de comunión y de participación. • Tiene también, en vista a su trabajo misionero específico, una preparación cultural adecuada. • Sabe hacer un buen análisis de la realidad, con un profundo sentido humano. • Procede con discreción y humildad, no pretende ser siempre protagonista. Le da a cada uno su propio lugar. • Está dispuesto a caminar y respetar el ritmo de la gente, con mucho sentido de adaptación. • Sabe ser también animador misionero de su propia Iglesia de origen, ayudándola a abrirse a la Iglesia Universal. • Es un agente válido para la promoción humana, y su servicio es gratuito. • Descubre con su sensibilidad misionera las necesidades de integrar esta dimensión en todos los aspectos de la vida cristiana y eclesial.